domingo, 11 de marzo de 2018

Los Juegos Olímpicos: una pasión desde la infancia



Por: Emilio Pino Salinas 
(01 de agosto del 2016) 

El escritor mexicano Juan Villoro afirma que perpetuó su infancia a través del fútbol, en mi caso busco eternizar mi infancia gracias a los Juegos Olímpicos; las olimpiadas,  ese evento deportivo que une a los atletas y las naciones bajo los valores de la competencia  sana, la solidaridad, la amistad y la disciplina con el fin de  alcanzar la victoria, tiene un aliento personal, intimo, es un encuentro con lo ya vivido pero que nos negamos a olvidar.
Cada cuatro años en el mes de agosto (a partir de las Olimpiadas de Sydney 2000 cuando adquirimos conciencia de estos Juegos) estábamos al frente del televisor ya en tiempos de vacaciones escolares, expectantes por lo que  estaba por suceder; recuerdo que utilizábamos un cuaderno de hojas de raya para anotar de forma cronológica la actuación de todo los  atletas venezolanos; sufríamos, gritábamos, aupábamos con pasión a esos héroes, era como un acto religioso donde era cumplido de principio a fin, con un infinito optimismo. 


De esta manera  fuimos logrando una conexión única con el deporte, entendimos que ver el deporte como una simple competencia es absurdo, el deporte también es conocimiento, es un hecho cultural, el deporte habita en nuestra alma para hacernos mejores personas. Y el amor a la patria también se nutre,  como cuando mi mamá me dijo en las olimpiadas de Londres 2012-¨ORO, ORO, ORO, de Rubén Limardo en esgrima¨- o ver competir a la gladiadora de nuestro boxeo femenino Karla Maglioco (la misma que desafío el túnel tenebroso) o ver llorar con mucho sentimiento a Julio Luna al estar muy cerca de la medalla de bronce en la disciplina de pesas; y jamás olvidaremos esa imagen de Adriana Carmona en Atenas 2004 cuando ganó la medalla de bronce en Tae kwon do y abrazó a su entrenador Koreano llena de absoluta euforia. 


Y los juegos son anécdotas brillantes, los records de Usaint Bolt (siempre se nos  asemeja más a los históricos  Maradona y Muhammad Alí), escudriñar en la historia y toparnos con grandes hazañas como cuando Jesse Owens derroto a los nazi en Berlín 1936, Hitler no tuvo el valor de entregarle la medalla de Oro o la victoria de Abebe Bikila en el maratón olímpico de Roma 1960, el mismo que corrió los 42 Km sin zapatos, alcanzando  la gloria descalzo; y quien podrá olvidar la historia que protagonizo Derek Anthony Redmond en Barcelona 92, cuando en plena carrera de 400 metros planos se  desploma en la pista sobre su rodilla izquierda, la mano derecha en el muslo y la cabeza gacha. Sus ojos se le llenan de lágrimas. A su alrededor la carrera sigue, pero todas las miradas están puestas en él. Un equipo médico con una camilla corre hacia él para atenderlo, pero se negó subir a esa camilla y con el dolor, el llanto y la desesperación, empieza avanzar penosamente, apenas apoyando su pierna derecha. Su padre Jim salta de su asiento  desde las gradas del estadio y corre hacia abajo, luchando contra la gente, chocando contra ella y al final logrando saltar a la pista. Las medidas de seguridad tratan de detenerlo, pero en ese momento nada ni nadie podrían pararlo. Acompaño a su hijo a terminar la carrera y los dos cruzaron la meta, la humanidad conoció uno de los momentos más emotivos en la historia del deporte.  


También la antigüedad rodea las olimpiadas, una especie de misticismo agradable, ¿cuantas cábalas tendrán los atletas en los juegos?, uno de los amuletos más preciados por los atletas  son los anillos que simbolizan los cincos continentes que participan en los juegos y, que muchos de ellos se tatúan en alguna parte de sus cuerpos, otros guardan en sus hogares cada objeto obtenido en los países sede, nos gustaría saber cuántas cosas colecciona Fabiola Ramos (la juradora de Tenis de Mesa) que asistió a   cinco olimpiadas.


Hoy en que  se inauguran los Juegos Olímpicos de Rio 2016, espero estar al frente del  televisor, ya sin la misma apariencia física cuando niño,  pero intentando inmortalizar aquel rito mágico que nos  hizo ilusionar con ser partícipes de ese evento deportivo como atleta (ya no es posible), como espectador o como periodista, el tiempo nos dirá lo que pasará…  


Las olimpiadas modernas


La competencia olímpica es conocida desde la antigüedad, los primeros reportes datan del año 776 antes de Cristo, en la ciudad de Olímpica en Grecia. Los juegos olímpicos modernos se iniciaron en Atenas, 1896, por sugerencia y con la coordinación del Barón de Coubertin. Desde ese entonces se realizan cada 4 años, con contadas excepciones (I y II Guerra Mundial). Las olimpiadas modernas han generado un movimiento mundial basado en el deporte y en la sana competencia, enmarcado en innumerables hechos anecdóticos que hacen de la historia del olimpismo mundial algo interesante.                           


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